Enfermedad de Crohn hoy > Enfermedad de Crohn y depresión: impacto psicológico de las EII
La enfermedad de Crohn, al igual que la colitis ulcerosa, pertenecen a las llamadas EII , un grupo de patologías de carácter crónico que afectan al aparato digestivo y tienen un importante impacto en la calidad de vida física y psicológica de los pacientes.
Datos de ACCUESP (Confederación de Crohn y colitis ulcerosa), indican que los síntomas asociados a la depresión, el estrés y la ansiedad son comunes entre la población de personas con EII , especialmente en las fases de brote de la enfermedad.
Según los datos de un estudio realizado en 2005, en torno al 25% de la población con alguna enfermedad crónica sufre un trastorno psiquiátrico como consecuencia de la patología. Esta cifra supera el 30% entre las personas con EII en fases de remisión y el 60% en fases activas.
Las investigaciones sugieren que esta situación se debe a una combinación de factores como el estrés del propio diagnóstico, la posible dificultad para las relaciones sociales, los propios síntomas y necesidades de la enfermedad, la personalidad de cada persona etc.
Algunos trabajos describen que las alteraciones psicológicas son mayores en personas con enfermedad de Crohn que en aquellas con colitis ulcerosa, algo que probablemente se deba a que esta última produce menos secuelas físicas.
Además, el desarrollo de síntomas asociados a la ansiedad y la depresión puede tener un impacto negativo en la evolución de la enfermedad, propiciando una tasa mayor de recaídas y fases de brotes activos.
Según los testimonios recogidos en un estudio que se realizó entre personas con EII, el desarrollo de episodios y cuadros depresivos se debía a problemas sociales y laborales, o a la falta de empatía por parte del entorno, entre otros motivos.
Los datos revelan que los síntomas de estrés y manifestaciones psicológicas relacionadas con las EII dependen en gran medida de la satisfacción de la persona con el apoyo social que recibe.
Estas consecuencias psicológicas pueden potenciar la alteración del sistema inmunitario, aumentando la vulnerabilidad del organismo ante las infecciones.
También pueden provocar alteraciones en la mucosa que recubre el intestino, facilitando su contacto con las bacterias que inducen a la hiperactividad del sistema inmunitario y que intensifican la inflamación que provoca la enfermedad.