La presentación clínica de la macroglobulinemia de Waldenström es muy variada. Hasta un 30% de las personas diagnosticadas no presenta ningún síntoma al inicio de la enfermedad (macroglobulinemia de Waldenström indolente).
Los síntomas que pueden experimentar el resto de los pacientes varían, y son parecidos a los que se observan en otros linfomas no Hodgkin. 2 Se asocian principalmente con los efectos de: 2
En la etapa inicial de la enfermedad, es común la fatiga y la debilidad a causa de la anemia, condición que consiste en una disminución del número de glóbulos rojos en la sangre. 2
También denominados síntomas inespecíficos. 3 Puede haber fiebre recurrente, sudoración nocturna o pérdida de peso, entre otros. 23
Inflamación de los ganglios linfáticos, 23 que son unas estructuras ovaladas situadas en el cuello, las axilas, el tórax, el abdomen y las ingles. Contienen anticuerpos que combaten las infecciones. 4
La enfermedad puede ocasionar este problema de los nervios que puede causar dolor, hormigueo y adormecimiento de pies, piernas y manos.2
Agrandamiento del bazo. 2 Su crecimiento no suele provocar síntomas, o bien produce síntomas leves, y se detecta durante un examen médico rutinario. 5
Aumento de tamaño del hígado. 2 Al igual que ocurre con el crecimiento anormal del bazo, el crecimiento del hígado tampoco suele provocar síntomas. 3
En algunos pacientes, puede haber IgM monoclonal en la sangre y en los tejidos. 2 Esta alteración puede provocar los siguientes trastornos: