Los síntomas de la esquizofrenia varían en función de la fase de la enfermedad en la que se encuentre el paciente.
En la mayoría de los casos, es durante la fase prodrómica cuando el paciente presenta algunos signos de la esquizofrenia que pueden anunciar el comienzo de esta.
Más adelante, el paciente pasa a la fase psicótica, en la que aparecen la mayoría de los síntomas más graves.
Los síntomas de la esquizofrenia se dividen en síntomas positivos, síntomas negativos y síntomas desorganizados o cognitivos.
Se denominan positivos no porque sean buenos, sino porque se añaden comportamientos que el paciente antes no tenía. Se trata de: