Un adecuado tratamiento de la esquizofrenia permitirá al paciente reducir la recurrencia y gravedad de sus síntomas. Esto permitirá llevar una vida lo más parecida posible a la que tenía antes de desarrollar la enfermedad.
El tratamiento de la esquizofrenia es integral y tiene tres componentes principales:
El tratamiento de la esquizofrenia deberá ser individualizado. Tanto el paciente como su familia y entorno cercano deberán formar parte del plan de recuperación de manera activa.
En algunos casos, como en las fases agudas, el paciente podrá necesitar ser ingresado en psiquiatría para un seguimiento más cercano.
Los antipsicóticos son la medicación principal en la esquizofrenia. Su función es controlar los brotes psicóticos (delirios, alucinaciones…) y mejorar la calidad de vida del paciente.
El tipo de medicación, combinación y cantidades dependerán de cada paciente y esta se deberá de tomar de forma continua. La adherencia al tratamiento es fundamental. Esto significa que el paciente debe tomar la medicación siempre de acuerdo con las indicaciones que le haya dado su médico y, en ningún caso, deberá dejarla sin que este se lo indique. 3
Un abandono de la medicación (no adherencia) se asocia en la esquizofrenia con un mayor riesgo de recaída, hospitalización o complicaciones graves como el suicidio. 4
El inicio del tratamiento con fármacos antipsicóticos debe realizarse inmediatamente después del diagnóstico de esquizofrenia para lograr un rápido control del brote. 4
Existen, sin embargo, diferentes tipos de antipsicóticos. Prescribir unos u otros es una decisión del médico que dependerá de las necesidades del paciente.
También llamados clásicos o convencionales. Estos fármacos son eficaces para tratar los síntomas positivos de la enfermedad, es decir, los delirios, las alucinaciones o los trastornos del pensamiento. Sin embargo, son menos eficaces para tratar los síntomas negativos de la enfermedad. 3
También llamados atípicos. Actúan tanto frente a los síntomas negativos (como la apatía o la anhedonia) como frente a los positivos (alucinaciones, delirios…). Pueden tomarse diariamente por vía oral o constituir un tratamiento de larga duración. Suelen ser los que más se recetan 3, entre otras cosas, por su tolerabilidad. 5
Los antipsicóticos de segunda generación pueden administrarse como TLD mediante inyecciones intramusculares, normalmente cada mes o cada tres meses, lo cual libera al paciente de recibir medicación diaria. Proponer TLD cuanto antes puede reducir el riesgo de abandono del tratamiento, las recaídas y el reingreso hospitalario de la persona. 3
El tratamiento integral y óptimo de la esquizofrenia requiere combinar la farmacoterapia con intervenciones psicosociales individualizadas. Esto ha demostrado tener efectividad a largo plazo, debido a que se tratan ámbitos diferentes del paciente. 6
La psicoterapia tiene como objetivo ayudar al paciente con esquizofrenia a identificar y cambiar sus emociones, pensamientos y comportamientos preocupantes. 6
Se trata de un tipo de tratamiento que consiste en hablar con un psiquiatra, psicólogo u otro tipo de profesional de la salud mental. 6
El inicio del tratamiento suele ser de mayor utilidad después de que los pacientes hayan comenzado con la medicación. Entre las técnicas que pueden ser útiles para el paciente con esquizofrenia se incluyen: 7
La terapia psicosocial no solo es para el paciente, sino también para facilitar la convivencia y cuidar la salud mental de su familia, que debe participar en las diferentes actividades terapéuticas, ya que pueden identificar los síntomas de la enfermedad, ayudar a los pacientes con la medicación y evitar recaídas. 8