¿Qué es?

¿Qué es?

¿Qué son los linfocitos y cómo se producen?

Nuestra médula ósea, en condiciones normales, produce células madre sanguíneas, que son células indiferenciadas que después se transforman en células madre mieloides o células madre linfoides: [1]

  • Las células madre mieloides tienen la capacidad de transformarse en diferentes tipos de células sanguíneas: algunos tipos de leucocitos o glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas.
  • Por su parte, las células madre linfoides se convierten en linfoblastos, células indiferenciadas que se desarrollan y se transforman en un tipo de leucocito llamado linfocito, que pueden ser linfocitos B o linfocitos T.
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Los linfocitos, que también son glóbulos blancos, ayudan a proteger a nuestro cuerpo contra las infecciones y las enfermedades. [1]

La leucemia linfocítica crónica

En la leucemia linfocítica crónica, un tipo de cáncer de la sangre, la médula ósea produce demasiados linfocitos B disfuncionales/tumorales. [2]


En condiciones normales, estos linfocitos tendrían que proteger al cuerpo frente a las infecciones, pero en esta enfermedad se caracterizan por ser defectuosos, por lo que no son capaces de llevar a cabo su función de defensa.


Además, los linfocitos defectuosos sobreviven más tiempo del que deberían, acumulándose así en la médula ósea, en los tejidos linfáticos y en otros órganos como el hígado. [2]


Cuanto más aumenta el número de linfocitos B defectuosos, menos espacio queda para las otras células de la sangre como los glóbulos rojos, las plaquetas o los demás glóbulos blancos sanos. [1]


La sobreproducción de linfocitos B defectuosos y el consiguiente desplazamiento de las demás células sanas puede derivar en problemas como anemia, sangrado y un mayor riesgo de contraer infecciones. [1]

La leucemia linfocítica crónica es una enfermedad que, por lo general, tiene una progresión lenta. El término “linfocítica” hace referencia a los linfocitos. Por su parte, “crónica” se refiere a que la enfermedad tiene un comportamiento menos agresivo inicialmente que otros tipos de leucemias (agudas). De hecho, muchos pacientes pasan años sin experimentar o sin desarrollar sintomatología. [2] Incluso hay pacientes que no necesitarán tratamiento nunca.

Variantes de la leucemia linfocítica crónica

La leucemia linfocítica crónica tiene variantes que pueden presentar una evolución atípica de la enfermedad y requerir de una vigilancia más exhaustiva por desarrollar síntomas diferentes.

Es el caso del linfoma linfocítico bien diferenciado, que se caracteriza porque la inflamación de los ganglios linfáticos no está acompañada de un aumento de linfocitos en sangre. [2] Esta variante también se conoce como linfoma linfocítico pequeño. [3]

Epidemiología

Es el tipo de leucemia más frecuente en los adultos de los países occidentales y representa el 30% de los casos de leucemias que se diagnostican cada año. [4]

El riesgo que tiene una persona de padecer la enfermedad a lo largo de su vida es de 1 entre 200 (menos del 1%), siendo ligeramente más frecuente en hombres que en mujeres. [2]

Es la leucemia más común en adultos
Representa 1/3 de casos de leucemia
Probabilidad de padecer LLC <1%
Más frecuente en hombre

Existen determinadas circunstancias que pueden favorecer la aparición de la leucemia linfocítica crónica:

Herencia genética

Las personas con parientes de primer grado (padres, hijos, hermanos) que padezcan o hayan padecido leucemia linfocítica crónica tienen más del doble de posibilidades de desarrollar la enfermedad que aquellas sin antecedentes familiares. [5]

Edad

La incidencia de la enfermedad aumenta con la edad, siendo más frecuente en personas mayores (la edad media de diagnóstico se sitúa entre los 70-72 años). [6]

Sexo

La leucemia linfocítica crónica es una enfermedad ligeramente más frecuente en hombres que en mujeres. [5]

Datos demográficos

Esta enfermedad es más común en países occidentales (América del Norte y Europa). [5]

Ambientales

Se cree que la exposición a ciertos químicos como pesticidas o herbicidas puede favorecer la aparición de la enfermedad. [5]

Referencias

Sociedad de Lucha contra la Leucemia y el Linfoma, “Macroglobulinemia de Waldenström”, LLS. (Último acceso: febrero de 2022).
Maddalena Mazzuchelli et al., “Waldenstrom’s Macroglobulinemia: An Update”, Mediterranean Journal Hematology and Infectious Diseases 10, n. º 1 (2018): e2018004. (Último acceso: febrero de 2022).
Véronique Leblond, et al., “Treatment recommendations from the Eight International Workshop on Waldestrom’s Macroglobulinemia”. Blood
128 (2016): 1321-1328. (Último acceso: febrero de 2022).
Soledad de Linares Fernández, et al., Guía Informativa Para Pacientes Hematológicos (2007). (Último acceso: febrero de 2022).
Sociedad Estadounidense Contra el Cáncer, “Tratamiento farmacológico dirigido para la macroglobulinemia de Waldenström”, American Cancer Society. (Último acceso: febrero de 2022).
Sociedad Estadounidense Contra el Cáncer, “Biological Therapy or Immunotherapy for Waldenstrom Macroglobulinemia”, American Cancer Society. (Último acceso: febrero de 2022).
Enric Carreras, “Guía del trasplante de médula ósea para el paciente”, Fundación Josep Carreras (2016). (Último acceso: febrero de 2022).
Sociedad Estadounidense Contra el Cáncer, “Stem Cell Transplant for Waldenstrom Macroglobulinemia”, American Cancer Society. (Último acceso: febrero de 2022).
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