La leucemia linfocítica crónica hoy < Tratamientos de soporte para la leucemia linfocítica crónica
La elección del tratamiento para la leucemia linfocítica crónica depende de diferentes factores como la edad, los síntomas, el nivel de avance de la enfermedad y las particularidades de cada paciente.
Existen tratamientos de soporte y complementarios en el contexto de la leucemia linfocítica crónica que tienen como finalidad prevenir o disminuir las complicaciones ocasionadas por la propia enfermedad (infecciones, fenómenos autoinmunes) o por el tratamiento. Se detallan los más utilizados:
La evolución de la leucemia linfocítica crónica en la médula ósea puede afectar a la producción del resto de células sanguíneas, como los glóbulos rojos y plaquetas, generando una posible anemia o trombocitopenia.
Estos trastornos, en muchos casos autoinmunes, también pueden tratarse con medicamentos como corticoides o mediante la administración de inmunoglobulinas, incluso con transfusiones o cirugía para extraer el bazo (esplenectomía) donde son destruidas estas células.
El síndrome de lisis tumoral es un efecto secundario derivado de ciertos tratamientos como anticuerpos monoclonales o quimioterapia. También puede ocurrir con algún tratamiento de terapia dirigida.
Se puede originar durante el primer ciclo del tratamiento cuando hay muchas células tumorales y los fármacos empleados destruyen rápidamente las células tumorales.
Su destrucción genera la liberación de su contenido a la sangre a una velocidad más rápida de la que el organismo es capaz de eliminar, lo cual puede causar que se acumulen en la sangre sustancias como ácidos nucleicos, potasio, y fósforo, que en niveles altos pueden tener efectos adversos para el corazón, el riñón y/o el sistema nervioso.