Si hay presencia de psoriasis antes o al mismo tiempo que la detección de otros síntomas de artritis psoriásica, el diagnóstico de la enfermedad puede ser más sencillo.
Sin embargo, cuando los síntomas de la artritis psoriásica preceden a los de la psoriasis, realizar un diagnóstico preciso es más complicado.[1]
Sin las lesiones cutáneas características, distinguir la artritis psoriásica de otras artropatías puede ser verdaderamente difícil.[2]
Podemos decir que no hay una única manera para llegar a un diagnóstico claro, pero lo normal es que el profesional sanitario solicite algunas pruebas diagnósticas.
Para obtener un correcto diagnóstico de la artritis psoriásica, puede ser necesario realizar las siguientes pruebas:[3]
Como la radiografía para buscar daño en articulaciones y columna, la resonancia magnética (RM), la tomografía axial computarizada (TAC) o la ecografía si se necesitan estudios con más detalle.
Estos análisis pueden ser útiles para ayudar a descartar otros tipos de artritis, y también para valorar los niveles de inflamación, así como el colesterol, la glucosa, etc.
En algunos casos de difícil diagnóstico, ha llegado a ser necesario realizar al paciente biopsias tanto cutáneas como articulares.
Referencias