La psoriasis afecta a la piel, lo que la convierte en una enfermedad “visible”. Por ello, es habitual que los pacientes sientan frustración o baja autoestima, lo que puede derivar, a su vez, en enfermedades como la depresión.
Es importante que el paciente busque ayuda médica si experimenta síntomas de este tipo de trastornos. [1]
Aunque muchos afectados son capaces de sobrellevar la psoriasis, para otros, la sensación de ser diferente puede causar sentimientos de pena, vergüenza e incluso miedo. [2]
El factor psicológico en el paciente genera, además, un gran impacto en el ámbito social, sexual y laboral. [2]
En un estudio realizado en pacientes con psoriasis, se determinó que las repercusiones psicosociales más relevantes fueron: [2]