Abordaje psicológico de la depresión, ¿qué tratamientos hay?

Abordaje psicológico de la depresión, ¿qué tratamientos hay?

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La psicoterapia ha demostrado ser muy útil tanto en la reducción de los síntomas de la depresión como en la prevención de recaídas.
Abordaje psicológico de la depresión, ¿qué tratamientos hay?

La depresión no es un lugar para quedarse: es un túnel que tiene salida. Si te resulta difícil encontrarla, puedes necesitar la ayuda de un profesional que conozca el camino y pueda orientarte. Esa es la labor de los psicólogos especializados en el abordaje terapéutico de la depresión.

Aunque su efecto no suele ser inmediato, la psicoterapia ha demostrado ser muy útil tanto en la reducción de los síntomas como en la prevención de recaídas.[1]

La mejoría del paciente se propicia a través de diversas técnicas combinadas con la relación terapéutica en un contexto de apoyo, acompañamiento, protección y respeto al paciente.

Tipos de tratamientos psicológicos

Existen diferentes tipos de tratamientos psicológicos, adaptados a las necesidades del paciente y a las razones por las que ha comenzado a desarrollar una depresión.

También debe tenerse en cuenta la gravedad de los síntomas de la depresión para decidir la duración del tratamiento, que puede definirse a corto o largo plazo.

Los tratamientos psicológicos más comunes son:

Terapia de conducta [2]

Es adecuada para las personas que sufren depresión a consecuencia de una falta de alicientes o de estímulos en su entorno. Las claves para superar la enfermedad de acuerdo con este tipo de abordaje psicológico son:

  1. Establecer objetivos alcanzables y reforzar al paciente para impulsarle a conseguirlos.
  2. Exponerse a actividades placenteras en el día a día.
  3. Cambiar de rutina: una variación en el contexto diario traerá consigo nuevos estímulos.
  4. Mejorar las habilidades sociales del paciente, para favorecer sus relaciones con los demás y la resolución de problemas. La motivación y la asertividad se verán reforzadas.

Terapia cognitiva[3]

Esta técnica se adapta a los pacientes que se muestran deprimidos debido a los pensamientos e interpretaciones que hacen de las situaciones que viven en su día a día. Para mejorar siguiendo esta técnica, se requiere:

  1. Detectar y analizar los pensamientos negativos y erróneos sobre uno mismo y sobre el entorno del paciente. Por ejemplo, una baja autoestima puede llevar al paciente a percibirse a sí mismo mucho menos valioso y capaz de lo que en realidad es.
  2. Fomentar el cambio de esos pensamientos hacia otros más realistas.
  3. Crear rutinas más positivas para el paciente.
  4. Aprender y reforzar herramientas que ayuden al paciente ante ciertas circunstancias, como, por ejemplo, afrontar los problemas o gestionar el estrés.

Terapia interpersonal[4]

La terapia interpersonal está indicada cuando la depresión se asocia a problemas en las relaciones sociales o interpersonales. En estos casos se trata de:

  1. Ayudar al paciente a entender y resolver relaciones personales problemáticas con amigos, familiares o compañeros.
  2. Identificar cuáles son las fuentes de estrés del paciente.
  3. Trabajar estrategias para solucionar problemas personales y disminuir las fuentes que originan estrés en el día a día del paciente.

Mindfulness y otras terapias útiles[5]

Existen otras técnicas que también pueden ser útiles en el abordaje psicológico de la depresión, como la psicodinámica, la terapia de aceptación y compromiso o el mindfulness.

  • La psicodinámica analiza cómo vivimos las situaciones y qué proceso inconsciente nos hace actuar de una determinada forma.
  • La terapia de aceptación y compromiso pone énfasis en la aceptación de uno mismo y en la necesidad de no enjuiciarse por los errores, limitaciones o defectos.
  • El mindfulness se basa en aprender a vivir más el presente. Esto facilita la observación de uno mismo, para poder saber si lo que estamos experimentando o haciendo nos gusta o nos desagrada. También sirve para evitar estresarse en exceso por lo que está por venir. Y, por supuesto, para alejarse de la nostalgia u otros sentimientos negativos al recordar continuamente acontecimientos del pasado.

Referencias

José Luis Santos y Luis Javier Sanz (coord.), Psicología clínica. (Madrid: CEDE, 2014), 259.
José Luis Santos y Luis Javier Sanz (coord.), Psicología clínica. (Madrid: CEDE, 2014), 247-249.
José Luis Santos y Luis Javier Sanz (coord.), Psicología clínica. (Madrid: CEDE, 2014), 251; 254.
José Luis Santos y Luis Javier Sanz (coord.), Psicología clínica. (Madrid: CEDE, 2014), 258.
iFightDepressión – European alliance against depresión, “Psychological treatment”, iFightDepression. (Último acceso: octubre de 2021).
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