Hablar de la depresión no empeora la enfermedad, ni mucho menos es una condición que la persona afectada deba superar sola. Tener depresión tampoco se debe a una falta de fuerza de voluntad.
La motivación, la capacidad de moverse, de ilusionarse o de sentir placer, entre otras funciones que regula nuestro cerebro, pueden verse disminuidas por la enfermedad.